Vacío. Equilibrio uniforme que invita a la calma.

“Home I”. 2011. Mixta s/tela. Tríptic 60x60
“Home I”. 2011. Mixta s/tela. Tríptic 60x60

 

"La primera pregunta que deberíamos hacernos frente a una obra de arte es:

¿Me da la posibilidad de existir frente a ella o, por el contrario, me niega en tanto sujeto por no considerar al Otro en su estructura? ¿El espacio-tiempo sugerido o descrito por esta obra, con las leyes que lo gobiernan, corresponde a mis aspiraciones en la vida real?"

Estética Relacional, Nicolas Bourriaud (2002)

En la distancia —imponente— se manifiesta el caos. Cercano. Afable.

José Miguel García Molinero, artista plástico y artista marcial, ha cimentado su universo pictórico con equilibrio —un equilibrio Zen de texturas uniformes. A continuación, imitando la perfecta ejecución de un kata —portador de energía y kimé— ha gestionado con elegancia una diversidad de caos y materia plástica que terminan por interrogar al individuo.

Para Bourriaud (2002) el arte no trasciende las preocupaciones cotidianas sino que construye marcos de relación entre personas y sus más ordinarias y menos relevantes experiencias. La obra activa, cuestiona, detona el firmamento afectivo del espectador y lo sitúa en un contexto familiar y cercano. 

Analogies i Antagonismes (2007 - 2014) nos invita a recorrer la obra de un artista que ha experimentado profundamente con la gestión del caos y el equilibrio, a la vez que explora las conexiones afectivas entre la cotidianeidad de su entorno y una realidad diáfana, que pertenece más bien a un territorio deshabitado existente sólo en la conciencia del autor.

Cuando observamos obras como Blau I y Blau II, podemos apreciar un juego elegante de espacios, que respiran y transpiran texturas y luz. El equilibrio se revela dominante y evocador —sugerente. Sin embargo, obras como Homenatge als Herois de Fukushima y Crepuscle nos traen leves notas discordantes, breves afloramientos de caos. Rupturas de textura y color que irrumpen una veces sigilosas y otras de forma desbocada. En ocasiones el caos sobrecoge e inunda la obra, como en el caso de Porta, desconcierta y sorprende al espectador, pero reconforta al apreciar la contundencia del equilibrio que reunifica y armoniza la totalidad de la pieza. Otras veces, como en la serie Home I y Home II, la textura cobra materialidad y escapa del lienzo, acercándose al público desde el objeto tangible e incluso —curiosamente— desde el concepto.

Analogies, desde la trascendencia espiritual del artista a la realidad material y cercana de la sala de exposiciones.

Antagonismes, de equilibrio y caos...

Omar J. Camarero, 2014

Comisario Independiente de Arte Contemporaneo

Londres - Reino Unido

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